Nos mola hacer leña del árbol caído, ver al débil en el suelo y saltar a degüello, nos pone. Somos españoles y es lo que nos gusta. Esta vez parecía que había salido medio bien. Por “bien” entiendo un pasito más cerca de enviar a los Borbones de vuelta al país vecino. (Al que más les guste). Pero parece que no caerá esa breva.
Se abrió la veda. La familia real española goza de un penoso pacto de prensa en este país, no sé si es que no hay cojones, si es que a los directores de este o aquel grupo editorial no les interesa que los haya, o si es fruto del gran sentido de estado de nuestros periodistas. No, eso es broma. El caso es que por hache o por be, el Rey, aparte de no reinar, no gobernar, y hacer con sus cuentas reservadas lo que le sale del gusto de la Zarzuela, goza de impunidad mediática.
Pero una imagen vale más que mil palabras, y a raíz de una fotografía tomada hace 6 años, (muy torpe, señor, dejarse hacer esas fotos) miles de españoles sacamos la 7 muelles saltamos al cuello del caído. Vascos, catalanes, gallegos, independentistas de toda índole, gente de izquierdas, de derechas, patriotas y antipatriotas… No se empeñen, no pueden negar lo que nos une. Esa perrería, ese oportunismo, esa ignorancia tan bien encauzada cuando una gota colma el vaso. Quiero decir, cuando alguien nos azuza… Qué nuestro. Qué de aquí. Tan de España, I-spn-ya para los fenicios, Hispania para los romanos, Iberia la llamaban los griegos… ahora podemos llamarlo El corte Inglés, qué más da… El caso es nos abalanzamos en blogs y redes sociales, criticando con mejores y peores formas la última hazaña del monarca. Y los periodistas piensan... ¡Se puede!
Y por un día fuimos un país con libertad de prensa. Donde la gente que piensa algo dijo lo que pensaba.
Hasta que Su Majestad, desde su grandeza rectificó. Y pidió perdón. (Aunque aún no sepamos por qué). Y las aguas volvieron a su cauce. Y las ovejas al redil. Y se acabó la fiesta. Calentón typical Spanish.
Así somos. Así de fáciles. Ya sacarán otra foto de hace 6 años cuando haga falta. Ahora se acabó la tontería, no toca. Plegamos velas.
El Mundo, (La Otra Crónica): "Cuando reinar consiste en saber decir: ‘Lo siento’" y en su editorial "las voces de esos cortesanos que consideran que la mejor manera de fortalecer la institución es aplaudir al Rey haga lo que haga" Te has lucido, Pedro Jota.
Sostres, que abordaba el asunto con una ironía muy bien hilada el sábado, (merece la pena leerlo) titula hoy su artículo “La humildad es grandeza” (No merece la pena leerlo)
El país: "Solo el populismo o el amarillismo periodístico permiten confundir la crítica que merece el comportamiento de un familiar del Rey, o del propio Rey en un caso concreto, con un debate sobre el futuro de una Monarquía que protagonizó la devolución de las libertades y la soberanía al pueblo español". ¡Arríen velas!
Y así funcionamos. El Rey, tan humilde y campechano, nos bendice con sus disculpas. Y nosotros a otra cosa. Y nos mismos que ayer pedían una república, y hoy aceptan jubilosos las disculpas del monarca, mañana aplaudirán la abdicación de Don Juan Carlos en Felipe. Siempre que los que dicen como hay que pensar lo permitan.
El sábado hay Madrid-Barcelona, ¿no?
El sábado hay Madrid-Barcelona, ¿no?
En fin, se me queda alguna pregunta en el tintero a la que estoy todavía dando forma… intentaré publicar mañana. Un saludo, y disculpen mi ausencia.
Lo siento mucho. No volverá a ocurrir.
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