Me olvido un poco de la política patria, que sólo nos trae disgustos, y me paso al lado constructivo. Vamos a ello.
El Currículo
Yendo al grano, me ahorro qué es un currículo.
¿Para qué sirve? En mi opinión su fin no es que ”te den” un trabajo, sino que te concedan la oportunidad de demostrar que te lo mereces. Sí conviene tener claro que un cv no es ni un concurso de creatividad, ni una prueba para demostrar habilidades con Microsoft Word, y mucho menos de Power Point. La clave está en la sencillez y diferenciación. Sacar el mayor partido de lo que hay. Si no hay, piensa, que seguro que hay. O ponle solución. Cuanto antes.
Algunas cosillas y nos ponemos a ello…
-Presentación: PDF Sí. Word No. Power Point NO.
-Título del documento: ¿CV? NO. Roque Lois CV, por ejemplo
-Extensión: ¿Una sola página? No tiene por qué. Pero no más de tres.
-Calibri sí. Times New Roman, no. Comic Sans, NO.
-Uniformidad sí. Mantener el formato a lo largo del currículo, sí.
-Negro sí. Colorines no. Azul es un colorín. Azul no. Negro sí.
-Sencillez, facilita la lectura al que va a tomar la decisión.
-Negrita: Precaución, amigo conductor, la senda es peligrosa… si abusamos, cansa mucho.
-Entre secciones... me gusta una raya horizontal. Por ejemplo.
-Foto. (Según el tipo de trabajo al que postules) Yo personalmente no incluyo la foto en el currículo.
Creo que mi cv debe reflejar mi trayectoria profesional, no mi cara bonita. Sí incluyo una foto como archivo adjunto. Diferenciación.
Los estudios dicen que a un hombre atractivo le ayuda incluir la foto en el cv, mientras que a una mujer le perjudica.
Respecto al formato, sé que en Europa, (Alemania) es recomendable el Europass. En UK no he visto ni uno, y en España menos. Personalmente me parece que el que lo diseñó leyó poquitos currículos.
Creo que el currículo que os presento es el que mejor estructura y presentación tiene, (en caso contrario hubiese elegido otra). No es una verdad absoluta, es mi opinión, puesto que yo sobre todo valoro la sencillez, la lectura fácil, y la diferenciación.
Respecto a la información que incluyáis en el documento, tened en cuenta que lo que no suma, lo más probable es que reste. ¿Hay información prescindible? Quizá algo que está restando… pueda sumar. El otro día revisando un cv aquí en Manchester ponía “Spanish”. Ser otro f. Spaniard no va a sumar. Suerte si no resta. Añadir Spanish en tus idiomas, sin embargo, es un punto positivo.
1.- Datos personales
Ahórrate el nombre de sección, escribe directamente tu nombre, el que lea el cv se va dar cuenta que Carlos García es tu nombre, y carlitos69@hotmail.com tu correo electrónico. (Hazte uno serio, coño)
Nombre: Arriba. En negrita. En mayúsculas, en minúsculas, como quieras pero sin exagerar (uniformidad)
Ciudad y país. Punto. Sería cojonudo que vinieran a buscarte a casa, pero no va a pasar, por lo que yo no incluyo la calle. (si no suma, fuera). Email. Skype, Skype, Skype. Y Telefono. A ser posible, todo en la misma línea.
2.- Perfil Profesional
¡Cuidado que vienen curvas! La idea, de nuevo: Sencillez y diferenciación. Sin duda hay muchos más currículos y gente que adjetivos, pero conviene huir de los más utilizados. Tanto en LinkedIn como en el cv. Es imposible que todos tengamos iniciativa, seamos pro-activos, innovadores, creativos… ¡Hay más adjetivos y formas de definirnos!
3.- Educación y Experiencia profesional
Nombre de la institución, fechas en las que las trabajado, en una segunda línea el puesto, y por último, por ejemplo con tres o cuatro puntos o guiones, explica las responsabilidades que has asumido en el puesto.
Respecto a tu formación, básicamente lo mismo, y quizá algún detalle sobre el objetivo de la carrera, máster, curso… alguna asignatura, y algúna actividad o grupo en el que hayas colaborado.
4.- Posiciones de responsabilidad, cursos , idiomas, informática, otros datos de interés..
Creo que aquí está la clave, después de haber sacado lo máximo posible a nuestra experiencia y educación, ahora tenemos la oportunidad de marcar la diferencia. Cursos, actividades, intereses, conferencias, iniciativas.
Toca enseñar las cartas. Y aquí surge el debate. Para gustar, hay que estar dispuesto a no gustar. No vale caerle bien a todo el mundo. Nada peor que pasar inadvertido. Un blog político, una opinión… marcan la diferencia. Mojaos.
He oído muchas tonterías. Desde que no incluya mi blog personal, por motivos políticos, hasta que no mencione mi afición al rugby, pues me decían que denotaba una personalidad agresiva. Estupideces. O no. Pero plantearos si queréis trabajar en un sitio donde no os cogerían por cómo pensáis o porque os guste un deporte. Volviendo a lo de antes, prefiero no gustar.
Poco más respecto al currículo. No tiene demasiada ciencia, más que sacar el máximo de lo que hay, y presentarlo de la forma más digna. Quizá sea una buena oportunidad para reflexionar precisamente sobre lo que hay. Como si el biógrafo llamase a la puerta.